En noviembre de 2016 una madre y su hija menor de edad ingresaron a almorzar a un restaurante de comida rápida. Estando en el segundo piso del local para consumir con su hija los alimentos adquiridos, la madre debió bajar al primer nivel para cambiar algunos de ellos. Al regresar a su sitio por la escalera de acceso advirtió que una dependiente del local limpiaba con agua y detergente el piso del descanso de dicha escalera, sin haber instalado letreros que advirtieran que el suelo estaba mojado y resbaladizo. La
demandante perdió el equilibrio y cayó, sufriendo una luxo fractura de tobillo y peroné.